Posverdad, desinformación, comunicación,  en un mundo acelerado en cuanto al manejo y difusión de la información utilizando los medios tecnológicos y enmarcados por un internet cambiante y dinámico hace que la fuerza social tome relevancia absoluta a la hora de difundir un mensaje, noticia o simplemente una opinión respecto a cualquier temática.

Al ser un mundo totalmente abierto a la interacción y sobre todo a la producción de contenido en manos de todos, nos enfrentamos a todo tipo de sentencias respecto a la realidad cotidiana y que de alguna manera se vuelven fuentes de información, Twitter, Facebook, las cadenas de Whatsapp y en general las redes sociales hacen de la inmediatez una vía para llegar a cubrir en tiempo casi real a una gran población con un mensaje.

¿Pero qué pasa con la calidad y veracidad del contenido? Es la gran pregunta y todo se resumen en la situación de vida actual, en algunos casos es cultural y en otros simplemente es el resultado de la manipulación de las masas utilizando noticias o informaciones falsas, o verdades a medias que distorsionan la opinión pública según intereses particulares y polarizados.

En este sentido hace falta un gran trabajo de sensibilización y aprendizaje de cómo se debe interpretar y analizar este tipo de contenidos por parte de las personas y por otro lado un trabajo profesional y ético del lado del mundo del periodismo y medios publicitarios.

Cuando se filtran y viralizan este tipo de contenidos engañosos el trabajo posterior para recuperar la credibilidad y la reputación es monumental y en algunos casos casi imposible, la posverdad se convierte en un océano de opiniones y conceptos que pueden bien ayudar a confirmar o desmentir pero en todos los casos ya se hace sobre una herida que dejara cicatriz.

Cuando se trata del mundo corporativo y empresarial no es tan diferente y es por esta razón que la apuesta por el concepto “Quality Press” toma relevancia y hace que se comience a segmentar un mercado en donde existen públicos que demandan información real, verídica, curada y validada con calidad.

Es una apuesta por un camino difícil y que al ir en contra de los intereses de muchos hoy en dia, pero no deja de ser el camino muchos periodistas que logran impactar y ganar reputación basados en un trabajo transparente, de gran investigación, soportado con datos reales y debidamente confirmado… Es volver a las bases y a los orígenes de un ejercicio ético que al final comenza ser reconocido por las marcas y da credibilidad a los clientes.

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Quiero elevar la reputación de mi marca, a través de las relaciones públicas, ¿Cómo me pueden ayudar?