En el interesante eforo de hace un par de semanas, en donde empresarios y medios hablaron de sus necesidades a la hora de participar en el proceso de comunicación empresarial, se tocó muy brevemente el tema de la audiencia. Por un lado, los periodistas recomendaron a los empresarios revisar cuál es el público objetivo para elegir el medio en el que se desarrolle el free press; y por otro lado, los empresarios manifestaron la necesidad de llegar a la prensa para impactar al público objetivo. El análisis hoy es, ¿entendemos cuál es nuestra audiencia objetivo?

En contexto

Como consumidores, en el entorno actual tenemos totalmente integrados el mundo online y offline en nuestras vidas. No solo vemos o leemos en una cadena de televisión un canal de Youtube, o una red social, sino que consultamos todas las fuentes disponibles de información para entender lo que sucede en el mundo y conocer las diferentes tendencias, productos y marcas que van surgiendo. Lo bueno para los que trabajamos en marketing y comunicación es que podemos llegar a nuestros públicos de muchas maneras. Lo complicado es que debe haber una coherencia entre todas esas fuentes. Como saben existe una tendencia el fenómeno de la infoxicación (es decir que los usuarios reciben cantidad de información de todo tipo) que hace necesario evolucionar en la forma como generamos estrategias de marketing y comunicación y por ello, en línea con el mensaje de los periodistas del pasado eforo Henkô, es necesario conocer cuál es nuestra audiencia objetivo.

Revisemos, ¿cuál es nuestra audiencia objetivo?

Hace algunos meses, en un eforo de la Cámara de Comercio Electrónico, conversamos de las estrategia de marketing de contenidos y de la importancia que tiene segmentar y conocer las audiencias para que los contenidos sean útiles en la estrategia de posicionamiento y compra. Pues bien, ahora hacemos énfasis en la importancia que debe tener para las empresas definir el target. Hasta ahora, en la mayoría de los casos, las empresas definían a su target por unas cuantas variables demográficas. Para nuestra estrategia de comunicación integrada en marketing esto es insuficiente. Nuestro público objetivo puede ser más o menos amplio, dependiendo de los productos o servicios que ofrezcamos.

Cuanto más conozcamos a nuestra audiencia, más acertadas serán las decisiones y acciones que llevemos a cabo dirigidas a ellos. Recordemos que la base de una buena estrategia de comunicación integrada al marketing es la personalización, y en ese sentido, proporcionar información útil, a través de los canales apropiados.

Por otro lado, pensemos que la palabra “audiencia” como catalogamos a nuestro público objetivo, parte de la idea de escucharnos, de generar interacción… Y si como agentes promotores de información somos capaces de escuchar con real atención a la audiencia, podremos abrir la llave que abrirá la puerta a cualquier estrategia de comunicación integrada al marketing. Sabremos qué necesidad tiene nuestra audiencia y qué podemos hacer para cubrirla. Así que por último, dejamos algunos consejos generales, para sacar más provecho de la audiencia:

  1. ¡Silencio, escuche! Más allá de los beneficios de su producto o su marca, escuche las necesidades de su audiencia.
  2. ¡No emita mensajes que sugieran “ordenes”! Su audiencia toma sus propias decisiones. Así que no aceptarán mensajes sobre lo que deben hacer o comprar.
  3. ¡Genere soluciones! No existen productos milagrosos, pero si empresas que pueden apoyar en el proceso resolutivo de las necesidades.
  4. ¡Contenidos de valor! Miles de herramientas disponibles para publicar, el tema es, ¿qué públicar?
  5. Ahora bien, adaptese o muera en el intento.

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